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「愛貓天使」馬凱杰樹葬燕巢公墓 善心人士辦公祭感念為浪浪付出

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“El ángel de los gatos”, el señor británico Mark Jay, dedicó los mejores 30 años de su vida a los gatos callejeros de Taiwán y transmitió su amor a la sociedad. El funeral del Sr. Jay se llevó a cabo el 18 de este mes, y su contribución a la protección animal le valió el título de “ángel de los gatos”. Debido a que el Sr. Jay no tenía familiares a su lado en sus últimos años, los amables ciudadanos locales organizaron una ceremonia solemne en su honor, agradeciendo su silenciosa dedicación. El abuelo Jay también descansará en paz en el cementerio de Yanchao.

El Sr. Jay, también conocido como “el abuelo Jay”, llegó a Taiwán hace 30 años y se enamoró de los gatos callejeros que deambulaban por las calles. A pesar de que no hablaba chino, se comunicaba con los gatos a través de gestos y cariño. Se convirtió en un ángel guardián para estos gatos abandonados y enfermos, cuidándolos y alimentándolos con su propio dinero.

Su amor por los gatos callejeros no pasó desapercibido por la sociedad. Muchas personas se unieron a él en su misión de proteger a estos animales indefensos. El Sr. Jay también se convirtió en un activista de los derechos de los animales, luchando por leyes más estrictas para proteger a los gatos callejeros y promoviendo la adopción en lugar de la compra de mascotas.

A pesar de su edad avanzada, el Sr. Jay nunca se rindió en su lucha por los gatos callejeros. Incluso cuando su salud comenzó a deteriorarse, seguía alimentando y cuidando a los gatos con la ayuda de otros voluntarios. Su dedicación y amor incondicional por estos animales lo convirtieron en un verdadero ángel de los gatos.

El fallecimiento del Sr. Jay fue una gran pérdida para la comunidad de protección animal en Taiwán. Pero su legado vivirá para siempre en los corazones de aquellos que lo conocieron y en los gatos callejeros que él ayudó a salvar. Su funeral fue una muestra de respeto y agradecimiento por su noble labor, y su tumba en el cementerio de Yanchao será un lugar de descanso para un verdadero héroe de los gatos.

El abuelo Jay nos enseñó que no se necesita ser rico o famoso para hacer una diferencia en el mundo. Con amor y dedicación, podemos cambiar la vida de aquellos que nos rodean y dejar un impacto positivo en la sociedad. Su historia es un recordatorio de que todos podemos ser ángeles para aquellos que más lo necesitan.

En nombre de todos los gatos callejeros de Taiwán, ¡gracias, abuelo Jay, por ser nuestro ángel y nuestro héroe! Descansa en paz, sabiendo que tu amor y tu legado vivirán para siempre.

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